En la EB de esta semana profundizamos en el tema de la identidad digital. Tal y como habíamos visto, la identidad digital es lo que uno aporta de sí mismo a Internet. Para entenderlo mejor, vimos un vídeo de un profesor de la ULL donde abarcaba diferentes temas hasta llegar al de la identidad digital.
Para entender quién somos en la red, hemos de tener en cuenta el hecho de que todo queda registrado, y que todo lo que aparezca será la visión que los demás tendrán de mi mismo a través de mi huella en la red.
Hoy en día, nos encontramos ante una analfabetización digital y ante la "generación de las pantallas" (jóvenes en la red). Cada uno tiene su dispositivo y está interconectado con los demás a través de la nube. Para los jóvenes actuales las tecnologías ya no son algo nuevo, es algo propio de ellos. Ante esta situación, aparece también el concepto de "nativos digitales", es decir, los adultos han tenido que adaptarse a este avance. Sin embargo, esta separación entre nativos e inmigrantes digitales es cuestionada por muchos.
Estos jóvenes dependen de la tecnología y necesitan estar actualizados. Son, según este catedrático, la primera generación que saben más que los adultos.
Aunque todo parezcan ventajas, hay que tener en cuenta que las TIC no son inocentes. Hay que cuidar la privacidad ya que nuestra información puede estar sometida al uso perverso de los demás. Hay diferentes casos:
-Infoxicación: bombardeo no sólo publicitario sino también de información. Produce contaminación cognitiva cuando obtenemos muchos datos.
-Spam: envío de mensajes no solicitados, especialmente publicitarios.
-Malware: tipo de software que tiene como fin dañar nuestro ordenador.
-Ciberbullying: uso de Internet, teléfonos móviles, websites, etc. para acosar a un individuo o grupo de individuos.
-Sexting: utilización del teléfono para enviar contenidos eróticos o pornográficos.
-Páginas Web con contenidos violentos
-Consumo en exceso del tiempo de conexión a Internet: la persona desatiende otros aspectos de su vida por priorizar esto. Ante esta situación, sobre todo en niños, se aconseja no prohibir sino establecer normas y reglas mediante el diálogo, incorporar un software de control parental, compartir tiempo de uso con los hijos, ubicar Internet en une espacio común de la casa, etc.
Se han de evitar determinadas conductas en Internet, como dar datos personales, no pensar antes de publicar, etc. Hemos de tener en cuenta la "netiqueta", es decir, llevar a cabo el mejor comportamiento en las redes sociales.
(3/12/13)